La vergüenza y el estigma se examinan como factores predisponentes significativos para un mayor riesgo de suicidio en personas que actualmente luchan o se recuperan temprano de los trastornos por uso de sustancias. Enlazando los principios y métodos de sus libros recientes sobre la resiliencia de la recuperación, Bob Weathers, PhD, CMHRS, explica cómo los cambios fisiológicos matizados que ocurren en el cerebro adictivo a menudo contribuyen al aumento de la ideación suicida. Finalmente, incorpora estrategias cognitivo-conductuales y de atención plena, junto con el proceso creativo y la neurociencia relacional, en un conjunto más avanzado de recursos para ayudar en una recuperación sostenida y exitosa y, al mismo tiempo, reducir el riesgo de suicidio en esta población clínica vulnerable.